Arranca el partido de la fina: ¿Conoces bien los límites de la cancha?
La campaña de fina inició a un ritmo más lento en comparación al año pasado. Si bien varía según las zonas, a nivel general, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires estima que casi el 60% de las 6,7 millones de hectáreas estimadas ya han sido sembradas, un 8% menos en comparación con la misma época del año pasado. Este leve retraso se explica en gran parte por los excesos hídricos ocurridos entre los meses de marzo y mayo (Figura 1), que generaron retrasos en las cosechas de los cultivos de verano y, por consiguiente, dificultades para iniciar la siembra de los cultivos de invierno.

Figura 1. Porcentaje de agua en el perfil de suelo con respecto al máximo posible al 10 de junio de 2025 (Fuente: SEPA-INTA).
El partido arrancó con la "cancha embarrada" en la mayoría de las zonas productivas. Además, como si el pitazo inicial viniera con desventaja, los análisis de suelo mostraron un bajo contenido de nitrato en general, producto del lavado generado por las lluvias excesivas de los meses previos y los cortos periodos de barbecho. El bajo nivel de nitrógeno disponible inicial genera que las estimaciones de las dosis de fertilizantes nitrogenados sean elevadas al utilizar modelos tradicionales.
Estos modelos consideran sólo el N disponible inicial, teniendo en cuenta un aporte medio de N proveniente de la mineralización. Sin embargo, ante este panorama, tal como recomendamos en nuestra comunicación anterior, es de vital importancia incluir estimadores de la mineralización, como el Nan (nitrógeno anaeróbico), que nos indiquen el potencial de mineralización propio de cada lote/ambiente para lograr un ajuste más preciso de las dosis de N a aplicar.
Vamos a los números ...
En la Tabla 1 se presentan los valores del N disponible y del Nan correspondientes al primer (1Q) y tercer cuartil (3Q), de las muestras analizadas entre abril y la primera semana de junio. Estos cuartiles permiten visualizar la dispersión de los datos, representando los valores por debajo de los cuales se encuentra el 25% (1Q) y el 75% (3Q) de las muestras. En adelante, denominaremos niveles "bajo" y "alto" a los valores correspondientes al 1Q y 3Q, respectivamente. Los valores de N disponible variaron entre 17 y 63 kg N ha·¹, con diferencias significativas entre zonas. El valor más bajo se registró en la región Núcleo (17 kg N ha·¹); mientras que la región con mayor N disponible fue el Centro Sur de Buenos Aires (63 kg N ha·¹), aunque también presentó una amplia variabilidad.
En cuanto al Nan, los valores oscilaron entre 28 y 82 mg kg·¹. Los resultados en general coinciden con lo esperado, mostrando que algunas regiones, como Buenos Aires Sudeste y Centro Sur, mantienen un aceptable potencial de aporte de N por mineralización. Sin embargo, en zonas como la Núcleo, los valores de Nan fueron más bajos, lo que indica suelos con menor capacidad de liberar N en el corto plazo. Esto es válido para cultivos de invierno dado que el factor de mineralización, el cual permite estimar los kg N ha·¹ que se liberarán a la solución del suelo por cada mg kg·¹ de Nan, es similar en todas las regiones variando entre 2 y 2,2 kg N ha·¹/mg kg·¹.
Tabla 1: Valores del nitrógeno (N) disponible en el perfil 0-60 cm y de Nan (nitrógeno anaeróbico), estimador del potencial de mineralización, correspondientes al primer (1Q) y tercer cuartil (3Q) de las muestras analizadas entre abril y la primera semana de junio en el laboratorio de suelos Fertilab, según la zona de origen. n: cantidad de muestras

Estos resultados destacan la importancia de complementar el diagnóstico con estimadores bioquímicos, como el Nan, especialmente en un año donde los excesos hídricos afectaron la disponibilidad de nutrientes inicial.
Dosis de N ... ¿En qué rangos juegan?
En base a los resultados de N disponible y de Nan de cada zona, se estimaron las dosis de N combinando los niveles bajo y alto de cada variable (Figura 2). El modelo utilizado fue el siguiente:
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