Estimados Clientes:
Estamos iniciando el periodo de macollaje de los cereales
de invierno con adecuada disponibilidad hídrica en la mayor parte de la región
pampeana, por lo tanto, es necesario remarcar la importancia del monitoreo de
la disponibilidad de nitrógeno (N) para los cultivos. Además, la adecuada
disponibilidad hídrica modifica las expectativas de rendimiento y, por ende, la
demanda de nitrógeno por lo cual resulta indispensable el empleo de
herramientas de monitoreo para el fraccionamiento y ajuste de la dosis de N
durante el ciclo.
Uno de los primeros aspectos que deben ser considerados antes
de tomar la decisión de fraccionar la dosis de nitrógeno es evaluar la
probabilidad de déficit ó exceso hídrico de cada zona en particular, dado que
esta limita la eficiencia de uso del fertilizante. Algunas regiones productoras
de trigo y cebada, como el sudeste bonaerense, se caracterizan por tener una
muy baja probabilidad de déficit hídrico (menor al 5%) desde la siembra hasta
la espigazón del cultivo y una alta potencialidad de rendimiento. Por lo tanto,
en dichas zonas es factible considerar el fraccionamiento de la dosis de N con
el objetivo de sincronizar la oferta con la demanda de N.
El fraccionamiento de la dosis de N se puede hacer de
manera arbitraria, dividiendo la dosis total que surge a partir del diagnóstico
mediante el análisis de suelo, o bien valiéndose de instrumentos que permitan
el monitoreo del estatus nitrogenado del cultivo. En la actualidad, existe una
amplia gama de sensores remotos los cuales permitirían caracterizar, de forma
rápida y no destructiva, el estatus nitrogenado durante el ciclo del cultivo. Dentro
de estos el medidor de clorofila SPAD 502 y el sensor remoto Green Seeker son
los más difundidos. Trabajos realizados en forma conjunta entre FERTILAB y la
Unidad Integrada Balcarce (FCA-INTA) muestran que ambas herramientas podrían
ser empleadas para el monitoreo del estatus nitrogenado del trigo y cebada
desde mediados de macollaje hasta hoja bandera.
A modo de ejemplo, en la Figura 1, se presenta un modelo
que permite estimar para el cultivo de trigo la respuesta a N en el estadio de
un nudo. Si consideramos un ISN (= valor de SPAD del lote/ valor de SPAD de la
franja de saturación) del lote de 0,90, la respuesta probable a N es de 890 kg
ha-1. Ahora, si contemplamos un requerimiento promedio de N en el
sistema de 50-60 kg tn-1 de trigo la dosis a aplicar sería de 100-130
kg Urea ha-1. Aplicaciones de N en estadios más avanzados
(espigazón) de cebada o trigo, con el objetivo de incrementar los niveles de
proteína en grano, han logrado en promedio aumentos de solo 0,75-1%, lo cual
remarca la importancia de construir una planta con adecuada disponibilidad de N
desde el inicio del cultivo. Es válido mencionar que estas herramientas de
monitoreo son de mayor utilidad en situaciones donde por excesos hídricos se
producen pérdidas de N por lavado y/o condiciones climáticas muy favorables que
permitan mejorar la expectativa de rendimiento definida a la siembra.

Figura 1. Relación entre la respuesta en rendimiento a la
re-fertilización con nitrógeno (N) y el ISN (= valor de SPAD del lote/ valor de
SPAD de la franja saturada) o NVDIr (= valor del Green Seeker del lote/ valor
del Green Seeker de la franja saturada) determinados en el estadio de un nudo
del trigo (Z31).
Para finalizar, en la Figura 2 se
presenta un esquema conceptual sobre el empleo del SPAD (válido para otros
sensores) para el monitoreo del estatus nitrógeno del cultivo en un nudo
detectable. Algunos aspectos a considerar son:
a) realizar una franja de saturación de N (sin limitaciones) en dos o tres hojas del
cultivo.
b)
tomar 30 mediciones en la última hoja expandida del tallo principal (entre la
base y la punta de la hoja). Luego emplear el valor promedio. Realizar el mismo
procedimiento para el lote como la franja de saturación.
c)
evitar tomar mediciones sobre muestras con humedad, enfermedades, etc.
d)
determinar el ISN (= valor de sensor del lote/ valor de sensor de la franja
saturada).
e)
estimación de la respuesta a nitrógeno según modelo de la Figura 1.
f)
estimación de la dosis de N a aplicar (empleando un requerimiento de 50-60 kg
N/tn grano).

Figura 2. Esquema conceptual de monitoreo con SPAD en un nudo
detectable de cereales de invierno (Fuente INTA Balcarce-FERTILAB)
En síntesis, considerando las condiciones
hídricas favorables, es necesario emplear todas las herramientas disponibles
para el monitoreo del estatus nitrogenado de trigo y cebada, pensando en
modelos de diagnósticos dinámicos que permitan censar los cambios en la oferta/demanda
de N durante el ciclo. En la actualidad, el empleo de tecnologías de procesos
confiables es el único camino hacia la mejora en la eficiencia de uso de los
recursos en pos de una agricultura intensificada y sustentable.
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