Comunicación Técnica Nº1 2024

Elaborada por GRUPO TÉCNICO DE FERTILAB

Nutrientes en Acción:

"Optimizando la Fertilización FOSFATADA en Pasturas"

Al igual que en la mayoría de los cultivos de la región pampeana, existe una brecha importante entre los niveles de producción alcanzables en secano de pasturas templadas (gramíneas, leguminosas y/o mezclas de ambas) o verdeos, y los que se obtienen hoy en día en los sistemas de producción. Esta brecha es explicada en parte por la nutrición, dado que, con la aplicación de fertilizantes, principalmente fósforo (P), nitrógeno (N) y en menor medida azufre (S), podría lograrse no sólo una mejor implantación, calidad y persistencia del forraje, sino también una mayor tasa de crecimiento y adelantamiento del inicio del pastoreo.

Comencemos por la base: ¿Cómo están los cimientos?

El P es el principal nutriente para lograr la correcta implantación de las pasturas y/o verdeos. Para el sudeste bonaerense, durante los meses de febrero-marzo del periodo 2018-2023, se analizaron en FERTILAB un total de 823 muestras de P-Bray con destino a pasturas y/o verdeos (Figura 1). A partir del análisis de dichos datos, se pudo observar que el 17% de los lotes se encontraban en el rango de 15 a 20 ppm, es decir dentro del rango crítico determinado para gramíneas invernales como avena y leguminosas como alfalfa. Mientras que 54% de las muestras presentaron valores de P por debajo de 15 ppm, es decir por debajo del umbral crítico (UC) y, por lo tanto, con alta probabilidad de presentar respuesta a la fertilización con P. Por ende, es importante poder definir de forma correcta la dosis de P a aplicar con el objetivo de lograr la producción de forraje esperada sin afectar la disponibilidad de P del suelo.

Figura 1. Distribución porcentual según el contenido de P-Bray en 0-20 cm de lotes del sudeste bonaerense para pasturas y verdeos analizados desde 2018 a 2023 en el laboratorio de suelos FERTILAB.

 

¿Cómo definimos la dosis de P?
1) El foco en la pastura: Criterio de suficiencia

La dosis de P se define teniendo en cuenta la producción anual de forraje expresada como materia seca y el contenido de P-Bray en suelo en el estrato 0-20 cm. La respuesta en materia seca (MS) total se debe ponderar por el requerimiento de 2.5 kg de P por tonelada de MS producida. Para el segundo año y posteriores, la recomendación de refertilización se deberá determinar en función del P-Bray del suelo, independientemente del destino de la pastura.

A modo de ejemplo, si el nivel de producción objetivo es de 15 tn MS, con un nivel de P-Bray en suelo de 7 ppm, a partir de la Figura 2 se puede observar que la producción de MS sin P sería de alrededor del 60% (9 tn MS) y la respuesta del 40% (6 tn MS). Además, debemos considerar el incremento de producción de MS en raíces (35% de la MS aérea, 6 tn * 0.35 = 2.1 tn MS). El total de MS a producir sería de aproximadamente 8 t MS. Considerando una demanda de 2.5 kg P por tn MS, se recomendarían 20 kg P, lo que equivaldría a 100 kg SFT o DAP.

Figura 2. Rendimiento relativo de pasturas y verdeos en función al contenido de P Bray en 0-20 cm. Adaptado de Marino y Echeverría, 2018.

 

2) La mirada al sistema: Criterio de construcción y mantenimiento

Con este criterio se busca no solo maximizar la producción de MS sino también elevar los niveles de P Bray cuando son bajos y/o mantenerlos si son adecuados. En este caso se estima que para subir 1 ppm de P Bray en suelo se requiere aplicar entre 3 a 5 kg de P por arriba de la remoción de la pastura/verdeo (Tabla 1). Para reponer el P removido se estima una concentración de 2.5 kg P por tonelada de MS (Tabla 1). En la Tabla 1 se muestra el cálculo de la dosis de P. Debe tenerse en cuenta que la fracción de la dosis que corresponde a construcción de P Bray del suelo, puede dividirse en 3-4 años, siempre y cuando en ese periodo se aplique la fracción de la dosis que corresponde a mantenimiento.

Por otra parte, estas estimaciones de dosis suponen una eficiencia de cosecha del 100% que solo se observa en sistemas de corte pero no en sistemas de pastoreo directo. En esos caso, habrá que corregir la dosis de mantenimiento según los indicadores de eficiencia de cosecha del forraje.

 

Tabla 1. Recomendaciones sugeridas de fertilización fosfatada para pasturas perennes según niveles de P extractable (ppm P Bray, 0-20 cm) y nivel de producción de materia seca (MS) (t/ha).

A modo de ejemplo, para un rendimiento objetivo de 15 tn MS bajo pastoreo y suelo de P-Bray de 7 mg kg-1, la dosis de reconstrucción y mantenimiento será de 28 kg P/ ha, la cual surge de: ((17 - 7 Bray)) * 4 kg P/ppm)) + (15 tn MS * 2.5 kg P t-1) o sea 77.5 kg de P, equivalentes a unos 387 kg SFT o FA que deberían dividirse en 3-4 años.

 

Y todo comienza con un correcto muestreo de suelo...

Todo diagnóstico de nutrición comienza con un correcto muestreo de suelo el cual para el caso de pasturas y verdeos se realiza generalmente en los primeros 20 cm del perfil para la determinación de P, previo a la implantación de los mismos o, en el caso de pasturas perennes, anualmente a fines de verano o principios de otoño.

Para realizar un correcto muestreo deben tenerse en cuanta los siguientes aspectos:

a. Muestrear por separado las áreas de diferente productividad,

b. Número suficiente de submuestras (25 a 30 submuestras o piques)

c. Evitar tomar las muestras en sitios con deyecciones si el lote fue previamente pastoreado.

Otros nutrientes que son determinados además del P y que afectan el crecimiento de las forrajeras son el N, S y en el caso de la alfalfa el boro (B). Además, el análisis se complementa con la determinación de materia orgánica y Nan si no se dispone del dato previo. Para más detalles respecto al manejo de estos dichos nutrientes puede consultarse el siguiente link en nuestra página web https://www.laboratoriofertilab.com.ar/newsletters/20230227/

 

En síntesis, en los suelos de la región pampeana por su elevada residualidad, es fundamental manejar adecuadamente el P, tanto en los sistemas exclusivamente ganaderos como en los sistemas mixtos.

 

Además es importante la aplicación complementaria de N, aun en pasturas consociadas, por sus efectos principalmente sobre la producción de las gramíneas.

 

El manejo correcto de la nutrición del forraje aumenta su productividad lo cual se traduce en una mejor receptividad por parte del animal, una mayor producción de carne o leche e indirectamente una potencial mejora de la salud del suelo.

MÁS INFORMACIÓN EN:
https://www.laboratoriofertilab.com.ar/publicaciones