CIMIENTOS PARA LA FINA: ¿LA BASE ESTÁ?
La fertilidad de los suelos y nutrición de cultivos es uno de los principales
engranajes de los sistemas de producción de la región pampeana. Los
macronutrientes que suelen afectar el rendimiento y la calidad de los granos son
nitrógeno (N), fósforo (P) y azufre (S). Mientras que entre los micronutrientes podemos
destacar al zinc (Zn) y boro (B) que, en algunos cultivos y regiones, se presentan
como limitantes.
El P y el Zn son considerados nutrientes de baja movilidad en el suelo ya que
interactúan fuertemente con la matriz solida del mismo y, por ende, presentan una muy
baja concentración en solución. Por esta razón, el diagnóstico para ambos debe
analizarse previo al inicio de los cultivos, de manera de poder corregir su nivel al
momento de la siembra.
El fósforo, la base para los altos rendimientos
El P es un nutriente esencial en el proceso de fotosíntesis, la maduración de las
semillas y la formación de raíces, siendo importante para lograr una óptima
implantación de los cultivos. La recomendación de fertilización fosfatada se basa en el
diagnóstico de fertilidad a partir del análisis de suelo del P extractable (P Bray) a 0-20
cm. Luego, la recomendación a partir del análisis puede orientarse a satisfacer las
necesidades del cultivo, también llamada Suficiencia, o a mejorar/mantener los niveles
de P Bray del suelo, conocida como Construcción y Mantenimiento.
Niveles de PBray por encima de 20 ppm serían ideales, sobre todo en lotes que incluyan
gramíneas como el trigo dado su mayor requerimiento. A pesar de esto, es sabido que
los niveles de P de los suelos han disminuido debido a los balances negativos de
dicho nutriente. Al observar los resultados de las muestras (n= 12699) de distintas
zonas de la región pampeana que fueron analizadas en nuestro laboratorio a lo largo
del 2022 (Figura 1), podemos detectar que el 60% o más de las mismas se
ubicaron por debajo de dicho umbral. Es importante tener presente que en las
zonas ubicadas hacia el norte, Córdoba y Santa Fe, el grado de cobertura de muestras
es menor y generalmente están asociadas a empresas de mayor nivel tecnológico.
Figura 1. Porcentaje de muestras con P-Bray menor a 20 ppm, de distintas zonas de la región pampeana, analizadas en el Laboratorio de Suelos Fertilab durante el año 2022.
El zinc, el Messi de los micronutrientes
La deficiencia de Zn, reduce el crecimiento de las plantas, genera acortamiento
de entrenudos, produce hojas deformes y amarillas, disminuyendo el rendimiento de
los cultivos. Estudios recientes han determinado umbrales de respuesta en
rendimiento en grano a la fertilización con Zn cuando el nivel de Zn-DTPA es menor a
1 ppm en 0-20 cm.
En función de las muestras pertenecientes a la región pampeana
que se analizaron en nuestro laboratorio durante los últimos años (n=6763), podemos
detectar que en la zona del sur de Córdoba y Santa Fe aproximadamente el 80% de
las mismas están por debajo del umbral crítico mencionado, seguida por el oeste y el
centro - sudeste con un 70% y 30%, respectivamente (Figura 2). Cabe destacar que
no todas las zonas están igualmente representadas, por ejemplo, el número de
muestras de Zn en la zona Buenos Aires Norte es menor a 100 mientras que en
Buenos Sudeste es superior a 4000.
Figura 2. Porcentaje de muestras con Zn menor a 1 ppm, de distintas zonas de la región pampeana, analizadas en el Laboratorio de Suelos Fertilab entre 2020 y 2022.
Del mapa al lote
Los bajos valores de P y Zn nos alertan sobre la elevada probabilidad de tener
que aplicar fertilizantes para asegurar un suministro adecuado de estos nutrientes para
los cultivos. Frente a este panorama, es importante muestrear los lotes previos al inicio
de la campaña, de manera de poder determinar la dosis de P adecuada y la necesidad
de aplicar Zn al momento de la siembra. Así podremos mejorar la eficiencia de los
fertilizantes, asegurando la base para lograr una correcta implantación de los cultivos
aspirando a altos rendimientos en granos y elevada rentabilidad.
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