Nota Técnica Nº6 2022

Elaborada por GRUPO TÉCNICO DE FERTILAB


Una de Cal y otra de Arena:

Heladas tardías en cultivos de invierno, ¿mejor nutrición para verano?


Tal como mencionábamos en la anterior comunicación técnica (Cultivos de verano: ¿podemos cosechar la sequía?), durante la presente campaña de fina, la fuerte sequía y la ocurrencia de heladas tardías afectaron el desarrollo de los cultivos de invierno. En algunos casos, si bien dichos cultivos podrán ser cosechados, el rendimiento alcanzado será inferior al esperado y, en otros, la cosecha de los mismos no será posible debido al fuerte impacto de ambas adversidades sobre el número de granos y el llenado de los mismos. Ante esta situación, es importante utilizar los conocimientos y las herramientas disponibles para maximizar el aprovechamiento de los recursos.

En este contexto, se puede optar por enrollar ese cultivo de trigo o cebada que ha visto comprometido su desarrollo para ser aprovechado como alimento para los animales. Por otra parte, otra opción podría ser corta-picar los mismos y dejarlos en superficie para que los próximos cultivos en la rotación puedan aprovechar los nutrientes acumulados en planta, favoreciendo también la acumulación de agua en el perfil. Gran parte de los nutrientes absorbidos por el trigo o cebada, quedan en la parte vegetativa de la planta, al no haber sido utilizados o translocados a grano. Estos nutrientes estarán disponibles para el cultivo siguiente según condiciones de temperatura y humedad, de alguna manera funcionando como un cultivo de cobertura o de servicio que provee nutrientes (N, P, S) al cultivo de renta siguiente.

Las últimas precipitaciones ocurridas han vuelto el escenario actual más alentador para los cultivos de verano, por lo tanto, es fundamental conocer la disponibilidad actual de nutrientes en el suelo, mediante un adecuado muestreo. Sumar el aporte de nutrientes, como N, de un cultivo de invierno fallido a la disponibilidad actual en el suelo permitirá ser más preciso y eficiente en el manejo del cultivo de verano.

Se recomienda destinar los cultivos de maíz, girasol y sorgo, a los lotes con mayor disponibilidad de nutrientes, sobre todo de nitrógeno. En cambio, los lotes menos productivos o con menor disponibilidad de N pueden ser destinados a soja. Esto permitirá no solo mejorar la nutrición y producción de dichos cultivos sino también reducir el costo de la fertilización y atenuar de alguna manera los efectos negativos de la sequía y de las heladas ocurridas sobre los cultivos de fina.

En síntesis

En escenarios desafiantes de sequías y heladas, conocer la dinámica de los nutrientes y, por lo tanto, definir las posibles alternativas de manejo es fundamental para minimizar los efectos negativos de tales situaciones y maximizar la eficiencia de uso de los recursos e insumos.


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